sábado, 11 de junio de 2016

Educación - Una visión radicalmente distinta


En estos días escuchamos una y otra vez la consigna "la educación es un derecho" en conjunto con sus corolarios "la educación debe ser gratuita" y la "educación no debe ser un negocio". Cómico, suena como un slogan que muchos han aprendido de memoria y repiten una y otra vez como si al repetir se volvieran más ciertos. De hecho, llegan en si a sonar como un refrán comercial de esos con que se nos trata de hipnotizar para que terminemos comprando un producto. ¡Felicidades ha entrado en el mundo fantasía de la educación, no olvide comprar la suya, es su derecho!!!

Creo que es hora de mirar un poco más allá de los refranes que curiosamente parecer surgir de los mismos vendedores que el movimiento estudiantil aborrece. Comencemos por una pregunta que parece capaz totalmente ridícula:

¿Por qué educación?

Aquí hay dos ámbitos, uno con el desarrollo personal de la persona el otro con la posibilidad de construir un futuro. Es probable que los padres de los alumnos de hoy se van a centrar en el segundo objetivo argumentando que le quieren dar a su hijo o hija "un futuro mejor". El "futuro mejor" no es otra cosa que una ventaja en el mundo laboral, un mejor sueldo, una mejor situación. Y eso aparentemente se compra, se compra con la denominada educación. Y si no se tiene los recursos, se incurre en préstamos, o se consigue una beca, pero finalmente se logra el objetivo.

En resumen:

> El sueño de la educación lo asociamos con oportunidades laborales y beneficios de ser un profesional.

¿Y quién tiene que financiar la educación?

En nuestra sociedad tenemos la idea que el que recibe un beneficio debe pagar por él. Por ello se asocia a que la educación la debe pagar el alumno ya que él es el principal beneficiario de esta. El único problema es que muchos finalmente no encuentran ese beneficio al final del camino. Ya sea porque la renta no es tan alta, no se encontró trabajo porque había demasiados egresados para lo que el mercado necesitaba o simplemente no se tuvo la capacidad para terminar el estudio. En todos los casos tiene que asumir igual el costo.

En resumen:

> Muchas veces la persona no recibe los beneficios que vende la posibilidad educativa.

¿Y si educación no es la panacea, no debiese la "sociedad" asumir el costo?

Dar educación no es gratuita, más aún si debe ser de calidad. Hay que pagar profesores, infraestructura, materiales, etc., etc. Las consignas no ayudan, la pregunta es como la financiamos, total alguien la tiene que finalmente pagar. Muchos responderán "el estado" sin pensar que este este no puede inventar los recursos y que finalmente lo tendrá que sacar de los impuestos que nosotros mismos pagamos. La ilusión de que se lo cobremos a "las empresas" es otro sueño ya que estas nos lo recuperaran simplemente subiendo los precios por lo que finalmente nuevamente lo estaremos pagando nosotros mismos. Y si terminamos por dificultar dicha alza evitaran asumir perdidas reduciendo su presencia en el mercado despidiendo personal, o sea nuevamente asumimos nosotros el costo.

En resumen:

> La educación gratuita es una ilusión. Si el alumno no la paga o se endeuda hoy la terminara pagando vía impuestos que darán gratuita a las próximas generaciones.

¿Quién entonces gana con la educación gratuita?

Aunque parezca ridículo, los grandes ganadores serán las instituciones educativas, la banca y las empresas:

  • las primeras por el aumento de alumnos,
  • la segunda porque siempre que se incurre en un gasto antes de un beneficio alguien tiene que aportar el capital para la inversión y
  • los últimos porque habrá más de donde elegir y la mayor oferta significa finalmente la posibilidad de negociar menores sueldos.


Capaz por eso durante toda esta discusión instituciones, banca y empresa se mantienen en silencio, expectantes a las ventajas que traería la educación gratuita.

En resumen:

> Paradójicamente los grandes ganadores son las instituciones educativas, la banca y las empresas que sin esfuerzo ni riesgo verán aumentado sus mercados. El que finalmente paga la cuenta, hoy en forma directa, mañana con gratuidad en forma indirecta con impuestos, somos todos nosotros.

¿Y qué hacer entonces?

Importante es que todos los actores, familias, instituciones educativas, banca y empresas asuman en conjunto tanto riesgos, como costos y beneficios. Esto es:

  • se asegure que lo que se está enseñando tenga una oportunidad seria de finalmente llevara a un empleo y no se vendan ilusiones (calidad definida por lo que es el perfil profesional que se necesita)
  • que el número de cupos que se crea sea tal que la mayoría encuentre trabajo adecuadamente remunerado y no termine existiendo sobreoferta (gratuidad, pero solo para los cupos que la sociedad necesita; en ámbitos universitarios, pero también institutos profesionales)
  • se escojan los mejores talentos y estos reciban el apoyo necesario para que logren en un tiempo adecuado el perfil profesional (un tipo de teletón al revés, se les ayuda a los mejores talentos que menos oportunidades económicas tienen)
  • los costos de la educación sean compartidos, se valore el esfuerzo y dedicación del alumno como parte de la inversión y entre todos se asuma el costo formal de educar y mantener (gratuidad, con cupos limitados, pero seguridad de empleabilidad)
  • el costo de los errores en el pronóstico de perfiles, cupos y determinación de talentos sea también asumido en conjunto (incluidos seguros que cubren la recapacitación para personas que por errores ajenos no logran el objetivo)

En resumen:

Que el sistema sea soportado por todos los actores y que cubra en forma solidaria (en ese sentido gratuidad) lo que la sociedad necesita.

¿Y qué paso con el derecho a la educación?

Distinto es el tema de la educación como un medio para el desarrollo personal, para formar miembros de una sociedad madura y que se realizan intelectualmente. Aquí no hay mundo laboral que pueda pagar la inversión a futuro, aquí el beneficiario es la sociedad como un todo. También este ámbito tiene un costo y también aquí todos tendremos que pagar. Pero es un ámbito distinto y que también se debiese ver estructuralmente en forma distinta. Aquí no es algo que tenga que demostrar a nadie, se pueden obviar pruebas, títulos y todo tipo de restricciones.

En resumen:

Hay un ámbito de educación que se relaciona con el desarrollo de las personas, que no se asocia a las oportunidades laborales y que si debemos soportar como un todo. Este debiese ser parte de la formación de los miembros de la sociedad, asumido por esta (en ese sentido "gratuito") pero también sin la presión ni rigidez de los sistemas que preparan a profesionales.