sábado, 18 de junio de 2011

Educación en Chile


Estas últimas semanas están marcadas por las protestas y tomas de colegios y universidades. En lo que se refiere a la educación superior, la exigencia principal está en el acceso libre a la educación, ante todo reduciendo las barreras económicas (ej. demandas Confech [1] – reducir costo para el estudiante/endeudamiento vía evitar lucro por privados y financiamiento por el estado).

Si uno analiza la forma como los países en el mundo contribuyen para educar a sus ciudadanos, debemos darle la razón a la Confech. Si representamos la fracción acumulada de los países en función del % del PIB per cápita que aporta el estado por estudiante [2], vemos que 92% de los países financian más que Chile con sus 12.1% del PIB per Capita (figura 1). No es un valor para estar orgullosos y menos si pensamos que los países desarrollados, a los que soñamos llegar a pertenecer, aportan entre el 30 y el 70% del PIB per cápita por alumno. De hecho la media de los países esta en un 50% del PIB per cápita, mas de 4 veces más que en Chile.

Figura 1: Fracción de países con apoyo a la educación inferior al % del PIB per cápita y alumno indicado.

Pero el problema no termina aquí. Los que no están en las protestas hoy son aquellos que ya egresaron y que hoy están pagando su educación. Uno tiende a pensar en ellos como los que ya lo lograron y que hoy “solo” tiene que pagar. De hecho se les exige dicho pago para que le permitan a otro poder estudiar a su vez. Sin embargo esta situación aparece bajo otra luz si miramos la fracción de la fuerza laboral que presenta estudios superiores. Si graficamos este por ciento con respecto del PIB per cápita [3] de distintos países vemos que sociedades como la Chilena tienden a tener aproximadamente un 14% (PIB per cápita del orden de US$ 14000) y que si llegamos a un status de país con PIB per cápita de US$ 20000, este número sube a casi 17%. Sin embargo tenemos en la actualidad más de 21%. En otras palabras, muchos de aquellos que estudiaron hoy tienen que devolver los préstamos sin sacar provecho de sus estudios. Probablemente no tienen ni la realización personal ni la ventaja económica una vez soñada. Es más, muchos incluso deben tener dificultades de obtener trabajo porque están sobre calificados.

Figura 2: % de la fuerza laboral con estudios universitarios en función del PIB per cápita en el mundo.

Sin embargo lo más grave es que si miramos que porcentaje de los jóvenes que se inscriben en la Universidad en 2008 era del orden de 55% [4]. Comparando con otros países (figura 3) esto es alto ya que en promedio con nuestro PIB tendría que ser del orden de 38%. Aun que muchos de los 55% nunca terminaran una carrera hay un grupo que lograra egresar haciendo aun más critica la situación en el mercado laboral. El problema es que nuestro sistema de educación no ofrece alternativas. La sociedad y en particular la comercialización de la educación, han logrado que el estudio universitario se vea como la única alternativa y la forma de realizar todos los sueños.

Figura 3: % de jóvenes inscritos en Universidades en función del PIB per cápita en el mundo.

En resumen:

- Chile es uno de los países con menos aporte estatal a la educación en el mundo (solo 8% hace aportes menores)

- El mercado laboral ya está saturado de personas con estudios superiores por lo que ya no representa una ventaja llevando a que muchos nunca puedan trabajar en lo que estudiaron y menos con los frutos de sus estudios pagar los prestamos que tomaron para estudiar.

- Capaz el mayor crimen de los privados no ha sido tanto el lucrar con la educación si no de vendernos el sueño de la realización personal y la bonanza económica que para muchos nunca llegara. Lo peor es que nos han cegado para reconocer alternativas.

- El problema tiene además una consecuencia para Chile como país; no estamos generando una fuerza laboral para las áreas no profesionales. Estos puestos serán ocupados por muchos de los egresados que no encontraron trabajo y que fuera de estar desmotivados no han sido preparados para dichas labores.



Creo que el problema es bastante más complejo que solo financiar mejor la educación. Debemos considerar las consecuencias de las acciones que tomemos. Que las personas que hoy estudian puedan algún día usar lo que aprendieron. Que solo ofrezcamos sueños que se pueden cumplir y no creemos una sociedad de engañados y frustrados que pagan algo que nunca aprovecharon.


Es un tema de fondo de que sociedad queremos, de los roles de cada uno y de la forma en que participamos en ella. No es un tema de un gobierno ni menos de un partido u orientación política.



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Fuentes


[1] http://fech.cl/blog/2011/04/30/demandas-confech/
[2] http://data.worldbank.org/indicator/SE.XPD.TERT.PC.ZS/countries/
[3] http://www.nationmaster.com/graph/lab_for_wit_ter_edu_of_tot-labor-force-tertiary-education-total
[4] http://data.worldbank.org/indicator/SE.TER.ENRR/countries